viernes, 18 de marzo de 2011

LA POLICIA DETIENE A 14 PERSONAS POR PROTESTAR CONTRA MEDIDAS ANTISINDICALES EN MICHIGAN


Frente a las protestas en el estado de Michigan contra la medidas antisindicales impulsadas por el gobernador republicano Richard Zinder, la policía intervino contra los manifestantes, arrestando a 14 personas luego de rociarlos con gas pimienta.
Esta información fue difundida este jueves por la cadena de radio y televisión Democracy Now, que relató que los uniformados comenzaron la represión cuando un grupo de ciudadanos y buscaban ingresar al edificio del Congreso en Lansing, capital del estado.
Esto sucedía mientras miles de personas se sumaban al rechazo a las leyes impulsadas por Zinder, quien confirió a gerentes financieros de emergencia amplios poderes para recortar los contratos sindicales con los trabajadores.
Esos funcionarios tienen la potestad de disolver municipalidades enteras y decretar despidos masivos de empleados públicos.
A esta situación en Michigan se suma el anuncio realizado por el gobernador de Ohio, Jan Kasich, de fuertes recortes a los programas sociales estatales que alcanzan los ocho mil millones de dólares.
Dirigentes de la Asociación de Educación del estado denunciaron que algunos programas recién impuestos existen a expensas de los recortes a las escuelas públicas, por más de tres mil millones de dólares en dos años.
Por su parte, el Partido Demócrata del estado de Wisconsin presentó dos querellas judiciales que buscan derogar una ley antisindical impulsada por el gobernador Scott Walker, la cual desató masivas protestas.
El fiscal del condado de Dane, Ismael Ozanne, presentó una demanda donde denuncia que los legisladores aprobaron la iniciativa oficial violando las leyes de reunión abierta durante la votación porque la policía vació la sala del Senado estadal para evitar manifestaciones.
También alegó que la propuesta recibió luz verde sin el quórum necesario, ante la ausencia de los legisladores demócratas, quienes boicotearon las secciones a modo de protesta.
El plan Walker despoja a la mayoría de los empleados públicos de sus derechos de la negociación colectiva y los obliga a pagar más por el sistema de pensiones y de seguro médico.
Proyectos similares se están discutiendo en al menos veinte estados de Norteamérica, lo que detonó una ola de manifestaciones que desde hacía décadas no se veían en el país.

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